Como no exagero


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miércoles, 20 de abril de 2011

qué garrón sería

qué garrón sería ser macri y tener que decirle a un tipo como Vargas Llosa que te encanta su obra. Ya sé, no nos podemos poner en el lugar de Macri pq nosotros somos mucho mejores, claro, pero imagínense, un instante nomás, estar ahí, por ese minuto ser macri y tener que decirle a alguien que probablemente en caso de leer no entienda que uno lo admira. Para mí sería un garrrrrrrón. Sería casi como caminar por un precipicio, y cualquier pregunta de un periodista o de cualquiera puede ser un trastabilleo que nos lleve irremediablemente hacia abajo.
Por suerte no, nadie pregunta, nadie evidencia, pero ya el hecho de tener que decirlo sería un garrrrrrrrrrrrón.

se me ocurrió mientras me bañaba

la xenofobia es el odio al enemigo.
Sin embargo en muchas otras palabras fobia significa miedo, mucho miedo, más miedo que el miedo.
Seguramente se podría buscar esto en un diccionario etimológico, pero me gusta tanto mi idea que quiero realidades junto a ella.
O sea que el odio proviene de un miedo, o por lo menos en el momento en que la etimología decidió este entrecruzamiento.
(Los filólogos antes en vez de estudiar eso se dedicaban a hacerlo: bueno, cambiemos este sustantivo con esta influencia del griego, qué les parece.)
¿Cada odiado es un temido? Ni a palos, pero para la palabra xenofobia me gusta pensarlo así. Y seguramente lo diga en alguna clase.